Días de todo y días de nada
Días de sol y días de niebla
Luminosos por sí mismos o cegadores por sí solos
Días que no quieres que acaben nunca
Y días que nunca quisiste empezar
Porque cada comienzo es, a la vez, un adiós
Y hay adioses que constituyen en sí mismos
La ceguera más completa.
Días de verano en pleno Diciembre
Y días de invierno en pleno Mayo
Días que llevan la noche en la frente
Y noches que sostienen el día en su mirada
Días por venir
Y días que jamás volverán
Aunque nos prometiésemos decir “Nunca jamás”
Días locos y días sensatos
Con el arrojo de la insensatez
Y la cobardía de la mesura
Días que bailan solos
Y bailes de noche que acaban de día
Días de risas
Y días de llantos
Aunque los ojos se humedezcan con ambos
Y las comisuras de los labios se ensanchen
Días de recuerdos
Y días de nostalgia
Que viene a ser lo mismo
Cuando rememoramos en las noches
Y revivimos en las mañanas
Días manchados
Y días que dejan mancha
Días por vivir
Y días vividos
Viviendo cada uno
Como si fuera el último.